Abraham Sarabia: «Con nosotros el hombre es el protagonista y hacemos que se sienta como tal»
Queríamos conocer un poquito más de cerca al barbero Abraham Sarabia. Y es que hacemos bien en llamarlo así, porque desde hace ya algún tiempo, se ha vuelto a poner de moda un término que estaba casi en desuso al menos en muchas ciudades. Él ha estado a la vanguardia en ese sentido.
Este ilicitano lleva prácticamente toda la vida en la peluquería, pero entiende de eso y de muchas cosas más: de estética masculina, de nuevas tendencias… De reinventarse, de modelos de negocio, de hacer de su pasión un estilo de vida, de saber asociarse, de empatizar con el cliente… ¡¡Y de barbas!! De barbas entiende mogollón, así que… “nos vamos al barbero a que nos cuente cosas”.
MILOCHA: Abraham, háblanos un poco de tus inicios.
Abraham: Yo vengo de la cuarta generación ya de peluqueros en mi familia. Empecé con mi padre primero y después con mi hermano hasta que hace unos doce o trece años me independicé y monté mi primer negocio propio. Fue una pelu que estaba en la calle Cristóbal Sanz de Elche. Estuvimos 5 años y luego en Blas Valero, donde de alguna manera tuvimos la consolidación. Este era un local algo más pequeño, pero más céntrico.
MILOCHA: Y el cambio definitivo vino aquí en la calle Lepanto.
Sí, aquí es donde definitivamente cambiamos es el modelo de negocio en sí. Yo veía que el tema de la barbería, se llevaba en otros países y que estaban más avanzados que nosotros en ese sentido: Estados unidos, Reino Unido, Holanda… El barbero había resurgido, porque la barbería como tal estaba escondida desde los años 90 más o menos, finales de los 80 y quedó relegada simplemente por lo que eran las peluquerías masculinas sin más. La figura del barbero era algo residual.
Hubo un cambio de tendencias y de moda también.
Eso es. Luego llegaron las modas tipo hípster, o dicho de otro modo llegaron las modas de las barbas, porque el hípster es como una variación de esa moda. Eso provocó la necesidad de que hubiera alguien que supiera cuidarlas, arreglarlas, etc. Hubo una ola de reconversión del peluquero o del barbero obsoleto de toda la vida. Llegó la especialidad de la barbería en sí de nuevo, llegó el resurgir de hace unos años.
Pero sí decías que primeramente echaste la vista fuera de nuestras fronteras.
Sí, había que fijarse en lo que hacían fuera de España. Por ejemplo, en Estados Unidos siempre han sido más conservadores y de alguna manera eso se supo mantener. No hubo tanto declive en esos años 80, aparte de que ellos siempre han tenido esa virtud de saber reconvertir muy bien sus modelos de negocio y adaptarse muy bien a los nuevos cambios. Cuando vimos esa oportunidad rescatamos lo que realmente ya sabíamos hacer.

También tuviste que ‘reciclarte’, entonces, aunque lo hicieras con gusto.
Por supuesto, sin duda. Y también por convicción propia, porque yo llevaba barba desde hacía 8 ó 9 años, desde que uno se fue a hacer el camino de Santiago, jaj… y reconozco que tampoco sabía arreglármela muy bien. Al menos no tenía ese conocimiento que tengo ahora. No sabía el por qué. No se trata solo de saber hacerlo, sino de entender el por qué se ha de arreglar bien una barba y el para qué. Cuando empecé a entender esto dirigimos el negocio también hacia ahí y de alguna manera sí que entendemos que es algo que nos diferencia con respecto a otras peluquerías.
Ese es uno de vuestros valores añadidos, al margen de la experiencia que se lleva cada cliente. Cuando se habla de estética, parece que eso estuviera reservado solo para las mujeres.
Sí, ofrecemos algo muy específico en ese sentido y buscamos que el hombre sea el protagonista y se sienta como tal. Desde que entra hasta que se va. De hecho, fíjate, que tampoco hay mujeres trabajando con nosotros. Todos somos hombres y tampoco es que nos cerremos a nada, pero de momento… Por tanto, incluso en eso se nota que el servicio es exclusivo para el hombre y todo gira en torno a una atención primordial hacia él.
Por tanto, ¿fue muy premeditada toda la puesta en escena?
Sí, por ejemplo, el estilo de nuestra barbería, la decoración, la estética… se hizo por el gusto que tenemos por la barbería propiamente dicha. La idea era que en ese recorrido, desde que se entra hasta que se sale, se percibiera ese “perfume” a barbería pura, de toda la vida. Y se hizo así porque es algo que me apasiona y me encanta.
Y luego el cliente os lo reconoce.
Si, se agradece cuando todos conectamos mutuamente. Luego es cierto que viene gente de cualquier sitio de la provincia o de la comunidad y es de agradecer que te digan que el lugar, que nuestro local parece único y que lo vivan así me parece fantástico.
¿Y habéis dado con ese perfil-tipo de cliente también?
Si, había como una necesidad del cliente de buscar y de encontrar algo en lo que uno mismo se reconociera. Al margen, por supuesto, de lo que hablábamos antes del hecho de querer llevar una barba más cuidada o un pelo con una determinada tendencia masculina.
No se trata solo de saber arreglar la barba. Se trata de saber el por qué y el para qué hay que hacerlo»- A. Sarabia –
Que nos cuidamos más como hombres es evidente, pero extrapolándolo a cualquier negocio, parece que buscamos concretamente aquello que necesitamos.
Antes éramos de guiarnos más por la mujer o por las influencias de otros. Hoy, tanto en estética como en cualquier faceta de la vida, tenemos más claro lo que queremos, lo que nos gusta y vamos a buscarlo. Somos más fieles. Nos gusta esta moto o este coche, o sé que quiero ir a mi barbero o sé que me gusta comer en este lugar. Los servicios ahora son más personales y exclusivos. Hay una demanda en ese sentido que está latente.
También sois activos en redes sociales, por ejemplo. ¿Hay que estar ahí?
Lo empecemos a tomar como una manera de darnos a conocer también. Tener más visibilidad. Luego te das cuenta de que te permite tener un feedback con el cliente y eso siempre es bueno. Así que, al principio cuesta, luego te adaptas y finalmente te acaba gustando.
¿Y eso de tener como clientes a futbolistas famosos, influencers o gente conocida popularmente cómo se lleva?
(Risas…) Al principio daba como cierto reparo, cierta responsabilidad, pero ves que haces tu trabajo como siempre y a ellos les gusta. Luego al final con el trato, pues uno se da cuenta de que, como es lógico, todos tenemos inquietudes parecidas, como cualquier persona. Lo único es que ellos son más conocidos que yo …y que la mayoría de nosotros, jaja…
Y a nivel personal y profesional os seguís formando y formando a los demás.
Siempre estamos aprendiendo y aquí también vienen institutos, escuelas, etc. O nos contactan marcas para colaboraciones… Siempre que nos busquen y necesiten algo de nosotros ahí estaremos para participar si está en nuestra mano.

Te recordamos que la Barbería Sarabia se encuentra ubicada en la calle Lepanto, 8 – Elche. Ver en el mapa cómo llegar. Tfn. 966 665 401 . Abre todos los días de la semana excepto los domingos. Lunes de 17 h. a 20:30 h. De martes a viernes, de 09:30h. a 14:00 h. y de 17:00 h. a 20:30 horas. Los sábados abre por las mañanas, de 09:00 h. a 14:30 horas. Si quieres más información puedes visitar su página web o su Facebook.
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