Aprende a caer y… ¡Levántate!

Estar agradecid@ para superarte cada día

¿Un día duro? Inspira, respira, inspira, respira… Aleja tus pensamientos negativos y coge un papel en blanco y un bolígrafo, anota las tres cosas por las que debes estar agradecido a ese día que has pasado.

Seguro que son cosas por las que vale la pena levantarse todos los días, soportar al jefe, a tus compañeros, al tráfico, el calor, el frío, la familia, la suegra, la vecina… demasiados factores ,¿no crees?

Desde hace un tiempo realizo diariamente esa práctica, algo que te invito a ello, da igual cómo haya tenido el día, lo verdaderamente importante no es como empieza algo, sino como acaba. Y a mí me gusta acabarlo recordando lo afortunada que soy al seguir viviendo y disfrutando de lo que hago.

Intento alejarme de las preocupaciones del trabajo o incluso de los problemas, esos fantasmas que siempre abarrotan nuestra cabeza y hagan que lo bonito quede en un segundo plano.

Y es que siempre hay que ser agradecidos. Agradecidos a la vida por poder vivirla, al aire por dejarnos respirar, al amor por enamorarnos y ¿¡por qué no!? Al desamor por mostrarnos que de los errores se aprende y no nos hunden.

Da igual las piedras que nos encontremos en el camino, guarda todas y cada una de ellas porque seguro, al terminar, podrás construir con ellas un enorme castillo en el que podrás disfrutar de todo lo logrado y de todos los obstáculos salvados.

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Se aprende cuando seguimos intentándolo constantemente

Leía hace algún tiempo un libro de Albert Espinosa, “Los secretos que jamás te contaron” otra lectura que te recomiendo para este verano. Es muy amena y en una tarde puedes cambiar tu visión de afrontar los problemas diarios.

Podría destacar muchos aspectos de este libro, pero hay uno que me llamó poderosamente la atención: “Aprende a caer antes que a caminar”. Y es así. ¿Cuántas veces necesita un niño pequeño caerse para caminar? Y aun así lo sigue intentando día tras día, segundo a segundo, sin perder el aliento, sin quejarse.

El bebé aprende de sus caídas, lo corrige y lo vuelve a intentar… Resulta curioso que al crecer nos olvidemos de la importancia de seguir levantándose, aprendiendo y luchando día a día por lo que queremos.