Mi experiencia de recibir un desayuno a domicilio en Villena

Ni siquiera sabía que se podía recibir un desayuno a domicilio en Villena

Hoy he sentido la necesidad de narrar lo ocurrido hace algunas semanas. Y es que, en ocasiones, la vida te sorprende con detalles que te hacen sentir viva y querida.

Sí, todo empezó como una mañana festiva normal. Bueno, era mi cumpleaños y eso de cumplir años no lo llevo del todo bien. Aunque, lo cierto es que, aunque no lo diga, me encanta. ¡Eso significa que sigo sumando y no restando! Y solo por ello hay que sonreírle a la vida.

Es cierto que mi compañero de viaje me recomendó levantarme pronto y vestirme (me encanta jugar con mis hijos en pijama aprovechando esos días), pero no, esta vez tenía que vestirme.

Le hice caso, un poco a regañadientes y bajé las escaleras de casa. Mis hijos tenían preparados sus regalos, preciosos dibujos, cada uno a su estilo, pero que mostraban el cariño que me tienen.

El más pequeño de todos, de dos años me cantó cumpleaños feliz como si no hubiera un mañana y yo, era la mujer más feliz del universo. Todo a mi alrededor se detuvo hasta que, noté una conspiración en que no desayunara. Y, entonces, sonó el timbre: ¿Quién es? Pregunté, y al otro lado del telefonillo respondieron: “¡Desayunos a domicilio Milocha!”

¿Pero existe eso de desayuno a domicilio en Villena? ¿También aquí? Cuando vi todo lo que la cajita llevaba no me lo podía creer, eso no era un desayuno para mí ¡Era para todo un regimiento!

Eso sí, estaba cuidado hasta el más mínimo detalle: café, infusión y té, con su taza positiva (que me encanta), zumo de naranja recién exprimido, jamón serrano, queso curado cortado ya, tomate recién rallado, mermelada, mantequilla, dos panes diferentes, dos piezas de bollería, dos batidos de chocolate, uva de temporada, galletitas de espelta…

Y unas preciosas flores, junto a una entrañable dedicatoria por parte del equipo de Milocha: “Gracias por todo lo que aportas”. ¿Yo? ¿Aportar? Eso pensé al leer la nota, ¡vosotros si me habéis aportado hoy alegría!

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Ese desayuno a domicilio en Villena ya se ha convertido en mucho más 

Y es que son esos pequeños detalles, esos pequeños regalos útiles los que te hacen vivir una experiencia inolvidable. Lejos están ya los típicos regalos de cumpleaños o aniversario que se quedan en una estantería.

¡Qué mejor regalo que compartir una experiencia con los tuyos! Recibir un desayuno a domicilio en Villena o en cualquier rincón de Alicante… Así que, puse la mesa y empecé a sacar todo lo que contenía la cajita para disfrutar en familia de ese desayuno que me habían regalado por mi cumpleaños.

La vida es un puzle que se compone de momentos o vivencias únicas, eso sí, de ti depende colocar las piezas positivas o las negativas. ¡Yo me quedo con las piezas buenas! Esas que suman en vez de restar, y para mí, este desayuno a domicilio significó algo más en mi vida. Me arrancó una gran sonrisa y sumó una pieza más a mi puzle. Y vosotros ¿os quedáis con las experiencias buenas? Seguro que sí.