Hoy he sentido la necesidad de narrar lo ocurrido hace algunas semanas. Y es que, en ocasiones, la vida te sorprende con detalles que te hacen sentir viva y querida. Sí, todo empezó como una mañana festiva normal. Bueno, era mi cumpleaños y eso de
Septiembre es un mes triste. Poco a poco el verano da sus últimos coletazos, se acabaron las vacaciones, empiezan las rutinas otoñales, el sol se esconde antes
¿Un día duro? Inspira, respira, inspira, respira… Aleja tus pensamientos negativos y coge un papel en blanco y un bolígrafo, anota las tres cosas por las que debes estar agradecido a ese día que has pasado.
En ocasiones es cierto que la rutina, los problemas, las preocupaciones ocupan parte de nuestros pensamientos llegando a incluso nublar lo verdaderamente importante que es el aquí y el ahora.
La pregunta es ¿una vez alcanzados los 30 ya somos totalmente felices? Y es que la felicidad es relativa, esa sería la respuesta adecuada porque nunca llegamos a alcanzar la felicidad plena o ¿es que las metas que nos ponemos son obstáculos en nuestro camino
